QUE ES LA GINGIVITIS
La gingivitis es la inflamación de las encias. A simple vista se observa la encía inflamada y de color rojo. Además, normalmente cambia el contorno de la encía; ésta se retrae, por lo que se pueden ver los dientes más alargados.
El síntoma más común y visible es el sangrado de la encía con el cepillado de dientes. No suele doler, aunque puede aparecer sensibilidad al tacto. En ocasiones produce mal aliento.
La causa más común de la gingivitis es una higiene dental insuficiente, por lo que el sarro y la placa bacteriana se acumulan entre el diente y la encía. También se ha relacionado con cambios hormonales (pubertad, embarazo, menstruación, menopausia y tratamiento con anticonceptivos).
En ocasiones puede aparecer como señal de infección, déficit de vitamina C, diabetes mal controlada y leucopenia (disminución del número de células defensoras en sangre). Si la gingivitis no se trata, puede evolucionar hacia una periodonditis o piorrea (inflamación e infección de los ligamentos y huesos que sirven de soporte al diente), por lo que el diente se puede mover y caer.
TRATAMIENTO DE LA GINGIVITIS
El tratamiento consiste en realizar una correcta limpieza dental. Para ello debemos acudir al menos una vez al año al dentista para que nos realice una limpieza en profundidad. Luego, en nuestro domicilio, debemos realizar una correcta higiene dental diaria con productos específicos para gingivitis.
Conviene cepillarse los dientes 3 veces al día con una buena pasta de dientes y completar la limpieza con un colutorio. También debemos emplear hilo dental o cepillos interdentales al menos 1 vez al día.
Al estar las encías inflamadas, para el cepillado dental es preferible emplear cepillos con cerdas suaves.
PRODUCTOS PARA TRATAR LA GINGIVITIS
Se emplean sustancias para controlar la placa bacteriana y, por ende, de la enfermedad periodontal. Las más habituales son:
1. FLUORURO SODICO: Tiene propiedades antiplaca bacteriana, aunque normalmente se encuentra en las pastas de dientes por su propiedad anticaries.
2. FENOLES: Reducen la gingivitis y placa bacteriana en torno a un 30-40%. Se encuentran en los enjuagues bucales y los más habituales son el timol, mentol y eucaliptol. Eliminan las bacterias tanto de la saliva como de la placa dental.
3. CLORURO DE CETILPIRIDINIO: es bactericida y se encuentra en pastas y colutorios. Permanece en la boca más tiempo que la clorhexidina.
4. CLORHEXIDINA: reduce la gingivitis y la placa bacteriana en un 60%. Se puede combinar con cloruro de cetilpiridinio para obtener un efecto sinérgico. Con el uso prolongado puede modificar el color de los dientes, por lo que se reserva como tratamiento, empleando otros antisépticos como mantenimiento.
5. HEXETIDINA: con menor actividad antiplaca y antigingivitis que la clorhexidina. Se puede encontrar en los colutorios. Se emplea normalmente como tratamiento.
6. POVIDONA YODADA: el yodo tiene el espectro antimicrobiano más amplio. Se puede encontrar en los colutorios. Se emplea como tratamiento.
Estas sustancias se encuentran en las pastas de dientes, colutorios, sprays y geles de aplicación localizada, y normalmente nos las recomendará el dentista tras realizar la limpieza dental.
Una vez finalizado el tratamiento de la gingivitis, si queremos mantener las encias sanas y prevenir futuras recidivas, podemos emplear pastas de dientes y colutorios de mantenimiento, que contienen sustancias que pueden emplearse durante largos periodos de tiempo, como triclosan, cloruro de cetilpiridinio y cloruro de zinc.
Autor – Ruth Lucía Díaz Ramón
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